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Un reserva natural única e inolvidable.

Imagine un lugar donde la tierra sale al encuentro del agua, en una península que rasga el azul del océano y el verde del río. Playas de arena blanca y dunas salvajes con caminos que le llevan a lugares encantados en una Reserva Natural habitada por especies únicas. Donde consigue sentir el aroma de los pinos o de los fairways de los campos de golf. Un lugar único, intacto, que ofrece un amplio conjunto de experiencias inolvidables.

Entre el océano Atlántico y el río Sado, a tan solo una hora de Lisboa, en un lugar donde la naturaleza fue generosa, nace un resort de cinco estrellas, con líneas contemporáneas, donde la pureza del diseño está presente en todos los detalles y se funde en una relación perfecta con la naturaleza.

Además de la riqueza medioambiental, Tróia también es conocida por su patrimonio histórico.

La península de Tróia es una franja de arena en el margen del estuario del Sado con cerca de 17 km de longitud por cerca de 1,5 km de ancho.

Durante el periodo de ocupación romana, data del siglo I al siglo VI d.C., Tróia era una isla del delta del Sado, denominada la isla de Ácala. Las ruinas de la población de Tróia comprende una superficie habitacional, un balneario, un núcleo religioso y varios núcleos industriales. La principal actividad era la pesca, la fabricación y la exportación de conservas de pescado. Todavía hoy se conservan algunos vestigios de ese pasado rico y lejano.